Ozzy Osbourne: Adiós a una leyenda (1948-2025)

Ozzy Osbourne: Adiós a una leyenda (1948-2025)

Ozzy Osbourne: Adiós a una leyenda (1948-2025)

El 2025 marca el fin de una era. La muerte de Ozzy Osbourne no solo conmueve por la pérdida de una figura conocida, sino porque significa el cierre de un capítulo central en la historia del rock. Desde Fat Store queremos dedicar unas palabras a quien, con todos sus matices, dejó una huella indeleble en la cultura musical moderna.

Nacido en Birmingham en 1948, John Michael Osbourne fue parte del origen de Black Sabbath, banda que a fines de los años 60 transformó la forma de hacer y entender el rock. Su estilo vocal y escénico —más instintivo que técnico, más expresivo que calculado— ayudó a cimentar el sonido que más tarde sería conocido como heavy metal. Discos como Black Sabbath (1970), Paranoid (1970), Master of Reality (1971) y Sabbath Bloody Sabbath (1973) no solo fueron influyentes: crearon un lenguaje musical completamente nuevo.

Tras su salida de la banda, Ozzy comenzó una prolífica carrera como solista. En 1980, Blizzard of Ozz marcó un nuevo inicio con canciones como Crazy Train y Mr. Crowley, que rápidamente se volvieron esenciales. Lo acompañó en ese disco el guitarrista Randy Rhoads, cuya mezcla de técnica clásica y sensibilidad moderna redefinió la guitarra eléctrica en el rock. El trabajo de Rhoads con Ozzy en Blizzard of Ozz y Diary of a Madman (1981) sigue siendo referencia obligada.

Después de la trágica muerte de Rhoads en 1982, otros guitarristas tomaron el relevo en la banda de Ozzy. Jake E. Lee aportó un sonido más directo y una actitud distinta en álbumes como Bark at the Moon (1983). Más adelante, Zakk Wylde —reconocido por su uso de guitarras Les Paul y un estilo visceral— se transformó en su colaborador más duradero, acompañándolo durante gran parte de los 90 y 2000, en discos como No More Tears y Ozzmosis.

La influencia de Ozzy no se reduce a su música. También fue pionero en el cruce entre rock y televisión con su programa The Osbournes, que mostró otra faceta de su vida al público general. Pese a los años, problemas de salud y múltiples despedidas anunciadas, nunca abandonó del todo los escenarios. Su cercanía con la comunidad musical, su respeto por el oficio y su capacidad de adaptarse sin traicionar su esencia lo mantuvieron vigente por más de cinco décadas.

En Fat Store, donde la música es el punto de partida de todo, sentimos su pérdida como la de alguien cercano. Su música fue parte del aprendizaje y la inspiración de muchos de quienes formamos este proyecto, así como de tantos músicos que pasan a diario por la tienda o el taller.

Ozzy no fue perfecto, pero fue auténtico. Dejó una obra que seguirá siendo escuchada, reinterpretada y tocada por músicos de distintas generaciones. No necesita adornos: su historia está escrita en los discos, en las guitarras que ayudó a volver legendarias, en los riffs que hoy siguen apareciendo en ensayos, tocatas y playlists.

Hasta siempre, Ozzy.

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